Febrero siempre representa un mes para aprovechar el sol
y las bondades del mar. Por ello, no imagino otra mejor forma de disfrutar este
mes que visitando la playa de Vallecito.
Relativamente en la mitad de la vía entre
Cumaná y Puerto la Cruz, esta playa es un paisaje escondido a la que solo se
puede alcanzar divisando una entrada del lado derecho viniendo de Playa Colorada y del lado izquierdo
viajando desde el estado Anzoátegui. La carretera que baja hasta la playa es
accidentada, así que toma las precauciones del caso si viajas en auto propio. Al
ingresar, deberás pagar un pequeño peaje que es el que permite el mantenimiento
y la conservación del lugar.
Lo demás te invito a que lo compruebes con
tus propios ojos. Una no muy grande extensión de playa, ideal para aventureros
que no gusten de grandes conglomeraciones; arena que pareciera cambiar de
color; aguas mansas y en especial tan transparentes que es un deleite mirarla;
una flora que mezcla sus tonalidades de verde intenso con el oscuro y gris de
las piedras y el azul del mar y el cielo; ¡Y sorpresa! La fauna del lugar
resulta tan variada como exótica ¡y muy cerca de ti!
Vallecito tiene
la peculiaridad de ofrecer opciones a los diversos tipos de personas que
visitan playas. A los bañistas que buscan sitios pacíficos, a los que prefieran
hacer recorrido en botes, a los exploradores sobre rocas y morros, y a los que,
simplemente, precisan de un lugar de conectarse al ritmo de la naturaleza. Y
aunque no lo creas, no te he dicho la mejor parte: corales.
Con una especial ubicación, los arrecifes están distribuidos a poca distancia de la orilla de la playa, sin sumergirse demasiado, y de los que podrás disfrutar sus bellezas, ya sea desde afuera o con snorkel, para que puedas mostrarles la flora y fauna marina a los niños de la casa. Contemplarás peces coloridos de diversas especies, varios tipos de corales y camarones escondidos entre el coral. Recuerda que la mayoría de los arrecifes tienen una edad de menos de 100.000 años y dañarlos sería perturbar un delicado equilibro y acabar con una fuente de riqueza natural.
La playa cuenta con baños, quioscos, un pequeño
restaurante y vendedores ambulantes. Insisto: debes visitar Vallecito, conocerlo y protegerlo. Así
podrás regresar a disfrutar de una verdadera belleza que no olvidarás. ¡Buen
viaje!
