Uno de los mejores lugares en el estado para disfrutar junto a tu familia es en una
de las bahías tropicales consentidas de Venezuela y del mundo, destino
turístico de muchos visitantes nacionales e internacionales, hablamos de la hermosa
Playa Medina.
Esta playa, de doradas arenas, se
encuentra ubicada en la costa norte del estado Sucre, en el municipio Arismendi,
con una belleza que radica, principalmente, en el gran contraste que existe
entre el mar y la abundante vegetación, con árboles y cocoteros que rodean la
playa, regalándole su color verde aguamarina, debido al reflejo que se produce en
las aguas cristalinas y tranquilas, sin oleaje.
Para llegar a este paraíso desde Cumaná,
debes tomar la vía hacia Carúpano, donde comienza la Península de Paria. Bordeando
la costa y pasando frente al Morro de Puerto Santo, hasta llegar a Río
Caribe, con un recorrido total de 56 km. Aquí tenemos la última estación de servicio
de gasolina por si quieres abastecerte. Desde allí, hacia los pueblitos de
Guayaberos y Chacaracual, llegas a la próxima intersección del lado izquierdo de
la vía, llamada vuelta larga, donde estarás muy atento al aviso que dice: “Playa Medina”;
partiendo de Río Caribe hasta la propia playa, son 34 km aproximadamente, por una carretera recién asfaltada en este último
tramo.
Otra opción ampliamente recomendada: tomar
el bote desde Río Caribe hasta Playa Medina, disfrutando de los bellos paisajes
de la costa y apreciar otras playas de la región durante los 30 minutos de
viaje.
En Playa Medina hay alojamiento en confortables cabañas de estilo rústico, con todos los servicios incluidos, y algunas posadas también encontrarás en las comunidades cercanas. Se prohíbe acampar y hacer fogatas en la playa, para mantener el espacio natural lo más conservado posible.
Posee estacionamiento con vigilancia, y
cooperativas del sector ofrecen pequeñas churuatas en beneficio de tu
comodidad. Igualmente, tienes la libertad de colgar hamacas, colocar sombrillas
y disfrutar allí mismo de las comidas y bebidas con las que previamente te
abasteciste.
Es un pecado visitarla y no saborear cualquier pescado fresco, frito, con tostón, arepa y ensalada, que preparan los hombres y mujeres en sus kioscos ubicados a la orilla del mar. O probar las deliciosas conservas de plátano con cacao y piña con coco, hechas por Eulogia, patrimonio cultural viviente. Al final del día, disfruta el atardecer y de un merecido espectáculo natural. Recuerda recoger tus desechos y continuar disfrutando en el futuro de una de las playas más lindas del mundo. ¡Y que siga la AVENTURA!